“No tengan miedo”

 

Card. DZIWISZ: El “No tengan miedo” derribó dictaduras (2011-04-27)

 

El antiguo secretario personal de Juan Pablo II y actual arzobispo de Cracovia, el cardenal Stanislaw Dziwisz  aseguró que la palabra “No tengan miedo, abrid de par en par las puertas a Cristo” pronunciadas por Juan Pablo II en el discurso de inicio de su Pontificado, fueron un estímulo para luchar contra las dictaduras  y los malos gobiernos. El arzobispo polaco reveló en una entrevista publicada en número especial del L´Observatore Romano: que el Papa “sabía muy bien que las dictaduras y los malos gobiernos se apoyan solo en el miedo y que para derribar esos regímenes no disponía de fuerzas armadas, sino de la palabra”.

Por ello, continúa, esas palabras eran “una invitación a no tener miedo, y produjeron una revolución extraordinaria, sin derramamiento de sangre, que contribuyó a la caída de los muros y puso en tela de juicio a la lógica de la de la guerra fría deseada por las grandes potencias nucleares”.

También considera que esa invitación fue el estímulo para dar a los pueblos “la fuerza para cambiar, para luchar contra los sistemas de represión, políticos y económicos” y que no se trataba “ideología” sino de Evangelio porque Juan Pablo II quería que la Iglesia esté donde está el hombre”. Su objetivo era claro indicar la verdad de Cristo para infundir en la gente una sensación de libertad interior”, puntualiza.

 Además que el Cardenal  Stanislaw Dziwisz señaló que “no se puede comprender a Juan Pablo II excluyendo la oración y su relación con la Palabra” y afirmó que está convencido de que “la gente no lo buscaba tanto a él cuanto a la persona de Dios de quien era testigo”.

 

Recordando el día de la elección de Karol Wojtyla como 264 sucesor de Pedro, el 16 de octubre de 1978 reveló que cuando se pudo acercar a él, “venciendo la emoción de verlo por primera vez vestido de blanco, le confió su preocupación por Roma.

“Me dijo  también que al asomarse al balcón se tranquilizó porque percibió un sentimiento de esperanza en el recibimiento de la gente que estaba en la Plaza de San Pedro”, y agregó, entre el Papa polaco y Roma “se dio un amor a primera vista”

 

Antes de asomarse al balcón, según recuerda el Cardenal Dziwisz, el maestro de ceremonia, Monseñor Virgilio Noé, le indicó que el nuevo Papa debía impartir la bendición en latín  sin pronunciar discursos, pero Juan Pablo II “no se contuvo y comenzó a hablar en italiano, un saludo que pasó a ser histórico”. Sin embargo, dijo que Juan Pablo II “se mostraba seguro de haber hecho bien en pronunciar ese breve discurso, pero al mismo tiempo parecía disculparse con sus colaboradores por la primera entre las mil improvisaciones” .

 

Finalmente el arzobispo de Cracovia confesó que estar junto a Juan Pablo II durante treinta y nueve años lo siente “como un sacerdote acariciado por un don y por un ministerio”.